La campaña electoral de las elecciones generales del año 2011 está a punto de concluir. En unos días, concretamente el próximo 20 de Noviembre, domingo, los españoles estamos llamados a decidir cual será nuestro Gobierno durante los próximos cuatro años. La coyuntura actual es verdaderamente complicada, ya que hoy mismo hemos conocido, por ejemplo, que la "prima de riesgo" de nuestro país ha superado los 450 puntos básicos, un nuevo (y desastroso) record.
En esta situación tan delicada, creo que es deber de todos los liberales hacer una reflexión serena sobre el sentido de su voto el próximo domingo. Desde "Mosquetero Liberal" pretendemos, con total honestidad política e intelectual, convencer a los liberales a optar por un voto claro, en favor del Partido Popular, mas no un voto que sea "cheque en blanco" para dicho partido. Un voto serio, responsable, coherente con las ideas liberales y que se deba solamente a éstas.
A nuestro juicio, el día 20 de Noviembre se decide como comenzar a afrontar la recuperación de esta Crisis en que vivimos. Una Crisis económica desde luego, pero también una autentica Crisis nacional y moral a la que nos han conducido siete largos y angustiosos años de gobierno socialista.
Creemos que el próximo día 20 los españoles en general, y los liberales muy en especial, debemos contraer un deber político doble. En primer lugar, nuestro voto debe servir para acabar con estos años de desmanes socialistas que han convertido un país medianamente próspero y libre en una suerte de colonia arruinada y entregada servilmente a los intereses colectivistas. En segundo lugar, nuestro voto debe servir para que se forme en España un Gobierno fuerte, con respaldo parlamentario suficiente para llevar a cabo las duras medidas que a nuestro juicio son necesarias para frenar el ansia colectivizadora del "Socialismo Obligatorio" y para devolver a España a una senda de libertad (tanto civil y política como económica) que permita a España recuperar su lugar entre las naciones civilizadas.
Creemos también, que votar al Partido Popular, pese a sus inconcreciones y sus peligrosas derivas "pseudo-liberales", es, a día de hoy, la única alternativa de voto capaz de cumplir ambos objetivos liberales.
No se trata de entregarse, a forma de suicida desesperado, en manos de un poder omnipotente, sin límites, sin posibilidades de otra salvación al abandonar el colectivismo socialista para entregarse a un colectivismo conservador.
Se trata, por el contrario, de un voto condicionado. De un voto responsable que a partir del día 21 nos obligue a los liberales a estar muy pendientes de todas y cada una de las decisiones adoptadas por un partido que controlará no solamente el Gobierno de la Nación, sino también la práctica totalidad del poder autonómico y local en nuestro país. Esa circunstancia es siempre, desde una óptica liberal, muy peligrosa, y debemos estar vigilantes. Ahora, conocemos lo que significa este 20-N. Significa elegir entre la incertidumbre sobre el posible abuso de poder del Partido Popular y un más que cierto y conocido abuso sistemático del poder por parte de los genuinos socialistas. En ese contexto, entre la quiebra nacional y el ahogamiento de libertades individuales, creemos que a diferencia de lo expuesto por el refrán popular, SÍ QUE MÁS VALE LO BUENO POR CONOCER QUE LO DESASTROSO YA CONOCIDO.
En definitiva, un voto responsable, orientado a cuestiones esenciales y muy muy crítico a partir del día siguiente. Votar PP es el único modo de no tener a los socialistas en el Gobierno y de que ese Gobierno sea lo suficientemente fuerte para no depender de nacionalistas voraces e irresponsables.
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