domingo, 8 de enero de 2012

Elecciones Estados Unidos: Presidenciales

NOTA: Este artículo se corresponde a la guía de una exposición para la asignatura "Derecho Electoral y Sistemas Electorales" cursada en el año 2008. Reproduzco únicamente la parte de dicha exposición realizada por mí y que se correspondía con el sistema electoral de las Elecciones Presidenciales. Como este año, al igual que fue aquél es un año de Elecciones Presidenciales norteamericanas, puede tener algún interés para los lectores. El texto no ha sido modificado, sino que se presenta como fue redactado entonces con lo que es posible que alguna cifra haya podido variar.


Introducción

Las elecciones presidenciales en EEUU se llevan de acuerdo conforme a un voto indirecto, los electores eligen a los compromisarios de un colegio electoral que luego serán los que designen al presidente. El Colegio Electoral esta compuesto por 538 electores presidenciales. Se eligen entre 51 circunscripciones(los 50 estados y Washington D.C que a estos efectos cuenta “como si fuese” un estado más con las particularidades que luego comentare). Posteriormente son estos mencionados 538 electores presidenciales los que eligen, y lo hacen sin juntarse como cuerpo elector juntos en ninguna ocasión, sino que lo hará cada uno desde reuniones que tengan con los otros electores de su Estado o Distrito.


Magnitudes y Elección por Distritos

Como ya se ha mencionado, cada estado sirve como circunscripción electoral plurinominal en la que se eligen una serie de compromisarios. En cada Estado se elegirá un numero de delegados determinado en función de la población de dicho Estado. De este modo, el Estado mas poblado que es California elige a 55 de los electores presidenciales, Texas elige a 34 y el estado de Nueva York a 31. Además son otros 3 estados los que tienen más de 20 electores presidenciales que son Florida (con 27) y Pennsylvania e Illinois con 21 cada uno. Por otro lado siete son los Estados menos poblados que tienen 3 delegados cada uno (Alaska, Delaware, Montana, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Vermont y Wyoming).

A este respecto se debe mencionar la excepción de la capital federal, Washington D.C. que a los efectos cuenta como Distrito Electoral pero que nunca puede superar al numero de delegados que tenga el Estado menos poblado, en este caso Wyoming independientemente de la población que la capital pueda llegar a tener con respecto a los estados. Así se establece en la Vigésimo tercera enmienda.

En general los electores por cada Estado se conceden todos al candidato que ha ganado en dicho estado, el ganador se lleva todos los compromisarios (típico de “winner-takes-all”). Sin embargo dos Estados que son Nebraska y Maine son la excepción. En su caso dividen el Estado en distritos como los de las elecciones a Cámara de Representantes, dando el compromisario de ese distrito uninominal y reservándose 2 de los compromisarios para aquel que haya logrado el mayor numero de votos a nivel agregado en el Estado.

Los respectivos compromisarios que podrán salir elegidos el día de Election Day (día de las elecciones) son designados previamente por el partido a nivel estatal, y en algún caso su selección se hará mediante primarias, mientras que en otros Estados se designan en las convenciones estatales del partido. El caso mas curioso es el de Pennsylvania, donde el equipo de campaña del candidato a la Presidencia elegirá quienes son los compromisarios de la candidatura si esta gana en el estado. Todos estos compromisarios deben habérsele comunicado al Secretario de Estado o equivalente al menos un mes antes del Election Day. Curiosamente cuando un ciudadano cree estar votando al candidato a la Presidencia, lo que en realidad esta haciendo es votar a los compromisarios electores de ese candidato por el estado en que vota

Los compromisarios elegidos se reunirán en la respectiva capital del Estado por el que fueron elegidos en el primer lunes tras el segundo miércoles de Diciembre del año pasadas las elecciones, y elegirán al futuro presidente. Eso se conseguirá si alguno tiene 270 votos (mayoría absoluta) de los compromisarios.

Si esto no sucediese así, será la Cámara de Representantes la que deba decidir el nombre del Presidente de los EEUU. En este caso los congresistas se ven limitados en su elección entre los tres candidatos que han recibido más votos por parte del Colegio Electoral. Se deberán reunir los representantes por estados y decidir quien será el candidato de ese estado. Cada delegación de un estado tendrá un voto, y el Presidente saldrá elegido si tiene 26 votos (es decir, la mayoría absoluta). Se votara así continuadamente, hasta que uno salga elegido con dicha mayoría (la mayoría simple de los congresistas por estados nunca es valida, ni en segunda ni siguientes votaciones). Solo se debió recurrir a esto en dos ocasiones, una en 1801 y otra en 1825, el resto de ocasiones ha sido el Colegio Electoral quien ha decidido.

En el caso de que sea el vicepresidente el que no obtiene una mayoría de los votos de compromisarios, será el Senado quien lo elija, limitándose en esta ocasión solamente a aquellos que hayan sido los dos mas votados por el Colegio Electoral. En este caso, cuenta el voto de cada senador, y deben estar presentes al menos dos tercios del número total de senadores para ser valido el resultado de la votación. Se requiere que voten a favor 51 de los 100 senadores. Además, en caso de que la Cámara no eligiese Presidente antes del 20 de Enero, el Vicepresidente ya elegido por el Senado haría las veces de Presidente hasta que la Cámara elija uno. Solo en una ocasión, en 1837, el Senado ha tenido que ser quien elija al Vicepresidente.


Procedimiento de Primarias

Generalmente los candidatos de los dos principales partidos (republicano y demócrata) a la Casa Blanca se disputan la nominación oficial del partido a través de un proceso de primarias en el interior del correspondiente partido. A este respecto es muy relevante tanto la normativa legal del Estado como las propias reglas por las que se rija ese partido. En cualquier caso, aquí como en las elecciones presidenciales para lo que se vota es para seleccionar los delegados que después en la Convención Nacional del Partido, elegirán al candidato a la Presidencia. A parte de los delegados que resulten electos, cada partido lleva por cada Estado a una serie de miembros “natos” que en el caso del Partido Republicano se llaman “Oficiales del Partido” y que en el caso del Partido Demócrata reciben el nombre de “Superdelegados”. Generalmente estos miembros se componen por la dirección del Partido en el Estado o por delegados directamente designados por ellos.

La diferencia principal entre caucus y primaria consiste en que el caucus es un sistema de Asamblea de partido, generalmente con un “electorado” mucho mas cerrado que el de la primaria y en el que se eligen van superando de un nivel regional a otro, mas generalmente mediante el debate que mediante la votación (especialmente a los niveles mas bajos) y de producirse esta es mediante criterio de proporcionalidad. La primaria sin embargo se parece mucho mas al sistema futuro de elección del Presidente, mediante un elector que vota a aquel candidato que quiere que opte a la presidencia del gobierno, y los delegados se designan en función de una cuota proporcional del voto de los electores a uno u otro candidato.

De este modo se desemboca en la Convención Nacional que será el órgano encargado de designar oficialmente al candidato del Partido y que suelen llevarse a cabo estas convenciones partidarias en el verano justo anterior a la elección presidencial.

viernes, 6 de enero de 2012

Historicismo vs. Historicismo

"Lo que implican las variantes de cualquiera de estas actitudes, igual que todas las formas del auténtico determinismo, es la eliminación de la idea de responsabilidad individual. [...] Si la historia del mundo se debe a la actuación de fuerzas identificables que precisamente no son las libres voluntades y elecciones humanas (tanto si éstas se dan en la realidad como si no) y que se ven poco afectadas por dichas voluntades, resulta entonces que la explicación adecuada de lo que sucede tiene que darse en términos de la evolución de tales fuerzas, y se produce la tendencia a decir que las que en último término son 'responsables' son estas entidades mayores, y no los individuos."

- Isaiah Berlin -


La idea sobre la que gira el segundo de los Cuatro Ensayos sobre la Libertad de Isaiah Berlin, titulado "La Inevitabilidad Histórica" es la que se plasma en la cita de arriba, que toda línea de pensamiento que perciba fuerzas inevitables y deterministas en la Historia, realmente y en último término lo que está haciendo es negar la responsabilidad de las personas, de los individuos, sobre sus propias acciones. El dictador totalitario y sanguinario (pensemos por ejemplo en Hitler) no podría ser nunca moralmente responsable del Holocausto ya que solo cumplía su papel en una evolución de la historia ya escrita de antemano. Las consecuencias de ello es, en última instancia, la negación absoluta de la libertad.

El término "Historicismo" puede entenderse de dos modos completamente diferentes. Por un lado, existiría el Historicismo que busca el descubrimiento de una serie de leyes científicas inevitables en el desarrollo de la Historia y que busca interpretar todo hecho histórico en función de su adecuación a esas grandes "Leyes Generales de la Historia". Esta idea es la que critica Karl Popper en su obra "La Miseria del Historicismo" al afirmar que el historicismo es "una aproximación a las ciencias sociales que asume que la predicción histórica es su objetivo principal, y que asume que su objetivo es alcanzable mediante el descubrimiento de los 'ritmos', o los 'patrones', las 'leyes' o las 'tendencias' que subyacen a la evolución de la historia". Esta idea va también muy unido a lo que Hayek, en "El Cientismo y el Estudio de la Sociedad" (incluido en "La Contrarrevolución de la Ciencia: Estudios sobre el Abuso de la Razón") llama "Cientismo" o "prejuicio cientista" y que califica como "una actitud que es decididamente acientífica en el pleno sentido de la palabra, puesto que implica una aplicación mecánica y acrítica de los hábitos de pensamiento a campos diferentes de aquellos en que éstos se formaron". Más adelante, en el propio ensayo, el mismo Hayek dice que aunque a primera vista pueda parecer contradictorio, el historicismo en este sentido, al que diferencia de lo que llama "el verdadero método del estudio histórico", tendría unas consecuencias equivalentes a las del cientismo (el objetivismo, el colectivismo y, más en general, la negación de la libertad esencialmente). En esta línea del modelo historicista podemos encontrar a autores como Hegel, Comte, Marx o Durkheim por señalar a los principales.

No obstante, existe otra acepción del término "Historicismo". Esta formulación del historicismo no es solamente diferente de la anterior, sino que es radicalmente contraria e incompatible. No se puede ser "historicista" en ambos sentidos a la vez. Para este sentido del historicismo, la realidad de las instituciones sociales no responde a leyes invariables de la Historia, sino que son productos de la acción humana y de la evolución histórica. Es lo que Hayek como hemos dicho considera verdadero método del estudio histórico. Este modelo de historicismo no solamente es compatible con el pensamiento liberal, sino que es su culminación esencial fruto del reconocimiento de la dispersión del conocimiento, el aprendizaje a través de la prueba y el error a lo largo de la evolución humana, y la acción humana como una actuación racional de todos y cada uno de los individuos que se hacen responsables de sus propias acciones. Su formulación más completa la expone Hayek al hablar de los "Órdenes Espontáneos" que sería en la línea de importantes antecedentes históricos (especialmente la Escuela Escocesa del siglo XVIII y Carl Menger, fundador de la Escuela Austriaca de Economía), aquel orden que es fruto de la acción humana deliberada mas no así de un designio humano específico. Esta concepción historicista es la que está presente en todo el pensamiento liberal: Locke, Burke, Tocqueville, Smith, Fergusson, Hume, la Escuela Austriaca de Economía, y, en el caso de nuestro país podemos destacar por ejemplo al ilustrado liberal Gaspar Melchor de Jovellanos.

El modo en que uno y otro modelo comprenden la Historia es muy diferente. Mientras que para el "Historicismo Cientista" la historia no es más que el reflejo por etapas de unas leyes inmanentistas, para el "Historicismo Evolutivo" la Historia es el reflejo de un saber acumulado. Esta segunda línea tiende hacia la concreción, mientras que la primera, por mucho que se disfrace, busca la abstracción, el totalitarismo histórico. Cuando Edmund Burke, frente a la Revolución Francesa decía que no existe tal cosa como la "Libertad en abstracto" se esta refiriendo a ese prejuicio del "Historicismo Cientista" que busca que los hombres, gente de carne y hueso, atraviesen el aro del modelo planteado, de sus leyes invariables de la historia. Frente a ellos, Burke afirma: "La sociedad humana constituye una asociación de las ciencias, las artes, las virtudes y las perfecciones. Como los fines de la misma no pueden ser alcanzados en muchas generaciones, en esta asociación participan no sólo los vivos, sino también los que han muerto y los que están por nacer". La Sociedad, nos dice el pensamiento liberal desde Burke a Hayek, es fruto de una evolución histórica de la que forman parte las generaciones pasadas, las actuales y, muy previsiblemente, las futuras. El proyecto de un "ingeniero social" en nombre de las ideas de progreso, cambio social, lucha de clases o construcción de cualquier paraíso sobre la Tierra no puede llevar más que hacia un proyecto abiertamente totalitario.

Y aquí la gran importancia respecto del argumento inicial del artículo. Solamente desde la defensa de la libertad, conscientes de las limitaciones de todos los seres humanos (pero también de su capacidad de aprendizaje) podemos construir poco a poco la Historia, siendo conscientes (y responsables) de nuestras propias acciones humanas que, si bien tienen consecuencias no diseñadas, no podemos jamás excusarnos en ninguna Ley General e Invariable de la Historia para irresponsabilizarnos de nuestros actos. Solo desde la responsabilidad un individuo puede ser libre. Irresponsabilizar a los individuos (en nombre de la causa que sea) de sus propias acciones solamente puede convertirles en dos cosas: tiranos o esclavos.